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lunes, 23 de noviembre de 2015

ANFITRIONES DE UNA DERROTA INFINITA, de Joaquín Juan Penalva

     El pasado 19 de noviembre... No podía fallar, sobre todo al recibir la invitación que Juan Vera, el director del Teatro Castelar, de Elda, me había enviado. En ella se aludía a la presentación del último poemario del escritor noveldense Joaquín Juan Penalva. No podía fallar no solo porque el mencionado poeta es amigo, sino porque el recital poético que envolvía la presentación del libro estaba amenizado por el guitarrista Pepe Payá… ¡Que yo iba a tocar la guitarra en Elda y no me habían dicho nada! ¡Como para fallar, vamos!
      
       Y valió la pena, por supuesto. Primero por el entorno: el vestíbulo del Teatro Castelar es tan acogedor como el resto del edificio que Juan Vera, ejerciendo de cicerone, tuvo la gentileza de mostrarme.

      Tras la presentación del acto a cargo de la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Elda, María Belén Alvarado, el profesor Alejandro Jacobo tomó la palabra para describir el último trabajo de Penalva, Anfitriones de una derrota infinita (publicado en Huerga & Fierro, Madrid). Se trata del tercer poemario en solitario tras La tristeza de los sabios (2007) e Hiberna, hibernorum (2013). Una obra que sigue la línea abierta en Babilonia, mon amour (2005), poemario escrito conjuntamente con Luis Bagué. En  Anfitriones de una derrota infinita coinciden la poesía de la experiencia y la poesía culturalista, con muchas reminiscencias cinematográficas que harán las delicias de los cinéfilos.

... Beat Generation.: Uno por uno: Joaquín Juan Penalva (Novelda, 1976      Acto seguido Reme Páez, Rafael Carcelén y el propio poeta recitaron algunos de los poemas del libro, acompañados magistralmente por la guitarra exquisita de Pepe Payá… No era yo, claro. Ni tampoco mi hermano Remi, al que hace tiempo que los médicos le recomendaron que dejara la guitarra a un lado. Pero la coincidencia hizo que admirara y degustara la sabiduría y el arte inmenso de un gran guitarrista. La velada fue maravillosamente íntima y erudita. Y me dejó un sabor de boca excelente. La prueba es esta entrada que ahora leéis en un blog que no es nada propenso a recorrer ni recoger la actualidad; pero es que la sensación de tuve durante la escasa hora que duró el acto y que, más tarde, me acompañó durante el viaje de vuelta a Biar fue la de haber rozado el cielo con las yemas de los dedos. Os muestro dos poemas del libro de Joaquín Juan Penalva que, estoy seguro, os agradarán.

Ars longa…
    Escribo para recordar
lo que he leído…
lo que he visto…
lo que he sido.

…Vita Brevis
    El mundo es tan grande…
y tantos los libros,
y tantos los sueños…
que cada vez me veo
más pequeño,
más insignificante,
más cercano al suelo,
parte del polvo,
fragmento de la tierra,
promesa de ceniza,
certeza de nada.